Una “pelea de niñas” es noticia de portada

 

Palizas como las que han mostrado los medios y han escandalizado a la población a los límites de la violencia y el racismo pueden ser grabadas todos los días en los patios de recreo.

La diferencia es que esta ocurrió en España, con una menor ecuatoriana y el video fue colocado en Internet. Eso convirtió al caso en otra turbulencia mediática, que ha relacionado el caso, y de  inmediato, con xenofobia, violencia juvenil y vergüenza pública.

Un ecuatoriano entrevistado de la televisión española ha manifestado que se trataba de “una pelea de niñas”, motivada por un resentimiento causado por una riña anterior en la que la ecuatoriana había golpeado a una amiga de las que aparecen y han sido identificadas como las agresoras.

Los medios en España y en Ecuador se han apurado a colocar el caso en un contexto de odio racial. Nuevo caso de xenofobia, han titulado. Y otros se han aprovechado el incidente para tomar prestado el video del sitio de internet para abrir sus portadas electrónicas. ¿Podría llegar la intencionalidad escabrosa más lejos?

La agresión a la menor colocada en internet, llevada a las imágenes con una cámara de bolsillo empleada por una de las adolescentes es suficiente para engatusar a editores que están ávidos de sensacionalismo y escándalo. Que son capaces de soslayar la agenda temática política en un país que se apresta a ratificar o no un texto constitucional, un país en el cual se debaten los nuevos roles de los poderes del Estado y de participación ciudadana.

Las imágenes de una simple cámara de teléfono celular enfocada a un incidente que de no haberse filmado habría pasado inadvertido; para los editores, que se supone debe tener la capacidad para determinar que les es más útil a sus audiencias, y definen a sus medios de servicio ciudadano y conexión con la gente; son capaces de privilegiar el morbo al análisis, de facilitar a otros adolescentes el acceso a las imágenes que ellos mismos condenan y en razón de las cuales exigen pronunciamientos internacionales, indagaciones responsables de los hechos e identificación de las agresores.

Las reacciones de racismo son naturales hasta en comunidades en apariencia homogéneas, como lo son las riñas juveniles; pero estas mostradas por los medios y deliberadamente repetidas las imágenes con un único propósito amarillista advierten de una descomposición del oficio de comunicar, volviéndole insensible y sínico.